En los dás de temporal - cuando el tombolo es azotado por el mar - es impresionante ver cómo las olas pasan a la ciudad por el interior de una cueva, causando la adminración de quien lo contempla de cerca y con la sorpresa de tomar una ducha, que no esperan, al saltar las aguas por el agujero que se le ha dado el nombre de "Bufador".
11 noviembre 2006
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